Translate

domingo, 9 de febrero de 2014

38 - Un poco de Ruta 40



Del 26 al 31 de Enero, 2014.

La Ruta Nacional 40 recorre más de 5000km de sur a norte de Argentina, más precisamente desde Cabo Vírgenes (en realidad creemos que desde Rio Gallegos) en la provincia de Santa Cruz, hasta La Quiaca, límite con Bolivia, en la provincia de Jujuy. Es una ruta mítica para los argentinos, algo así como la Route 66 en USA. Recorre o cruza montañas, estepas, desiertos, lagos, ríos y gran parte de la geografía andina argentina, desde el nivel del mar hasta puntos donde se rozan los 5000msnm uniendo paisajes únicos y maravillosos, con largas distancias donde uno no se encuentra con nadie durante decenas de kilómetros, es el paraíso del viajero, sólo ruta y naturaleza.
Hasta hace poco tiempo gran parte de su recorrido aún era de grava (ripio), pero en la actualidad ya está prácticamente toda asfaltada o en construcción.

Saliendo desde El Chaltén hasta Gobernador Gregores aún teníamos ripio, más de 100km. Nos preparamos y con paciencia iniciamos el viaje a paso tranquilo. La carretera no está en demasiado buen estado, constantes desvíos y largos tramos de “serruchos” que, con las vibraciones que causan, amenazaban con desmontar cada tornillo de Furgo y nuestras mandíbulas también. Los paisajes de la estepa eran bonitos, aunque no los disfrutamos demasiado, el viento y el estado del camino no permitían que nos desconcentremos de la conducción. Hemos llegado a ver viajeros en moto que tuvieron que detenerse ante la imposibilidad de viajar con semejante viento cruzado.



Llegamos a Gobernador Gregores al mediodía, acompañados con el típico viento huracanado de la Patagonia y nos paramos en un estacionamiento al lado del río. Ésta es una pequeña ciudad en la estepa y, aunque no es turística, es un lugar de paso importante y tiene cierto encanto como de lugar aislado que se hace a sí mismo.



Almorzamos allí, y mientras preparábamos la comida descubrimos que teníamos un neumático averiado. Averiguamos donde podíamos arreglarlo, pero las dos únicas gomerías (en Argentina se llaman así al lugar donde se arreglan y venden neumáticos) estaban cerradas, ya que era domingo. Tampoco queríamos seguir con la rueda de auxilio, tenemos sólo una y las posibilidades de pinchar un neumático son realmente altas en el ripio debido a determinadas piedras puntiagudas o cortantes que abundan en ese tipo de caminos.

Sin hacernos demasiado problema aprovechamos el tiempo para descansar, intentar caminar por el pueblo, algo imposible debido al viento, y publicar un post de este blog, otra cosa imposible debido a la pésima conexión a internet de la ciudad.

Por la mañana del Lunes Pablo, haciendo rodar la rueda averiada por media ciudad, la llevó hasta la gomería, la repararon en pocos minutos y ya estábamos listos para seguir. Antes pasamos por el supermercado donde nos encontramos a otra pareja de jubilados suizos viajando como nosotros que nos dijeron que la ciudad tenía camping gratis totalmente equipado, con baños calefaccionados y con duchas de agua caliente. Eso nos tentó así que pasamos a darnos un buen baño de agua caliente y aprovechamos las instalaciones para lavar nuestra ropa interior y parte de nuestras polvorientas prendas. Luego cargamos combustible y seguimos al norte.



Siempre en la 40 y ya con asfalto de buena calidad avanzamos serpenteando por la estepa, que aunque a veces puede parecer monótona, va variando constantemente de matices deparando ciertas sorpresas de paisajes encantadores. Así llegamos a Perito Moreno, otra ciudad en la estepa que tiene bastantes historias de pioneros y primeros pobladores patagónicos. Allí pasamos bastante tiempo en un bar-museo instalado en un antiguo edificio de la ciudad. Terminamos de publicar el post y ya a la tardecita, como estábamos descansados, decidimos seguir un poco más (unos120km) hasta Rio Mayo para pasar la noche. La idea podría haber sido buena pero unos 35km antes de llegar y ya de noche nos topamos nuevamente con un desvío por ripio que estaba en pésimas condiciones de transitabilidad y que terminó de agotarnos a nosotros también. 



Entramos en Rio Mayo y como no teníamos muchas más energías para buscar un lugar para dormir preguntamos a la policía y no tuvieron inconveniente de que nos quedemos estacionados al frente de la comisaría.

Al día siguiente, viento mediante, cruzamos gran parte de la provincia de Chubut y llegamos a la tarde a Esquel, una ciudad pequeña muy agradable al lado de la cordillera, con mucha arquitectura tipo alpina y con bastante movimiento de turistas ya que se encuentra muy cerca del parque nacional Los Alerces.

Visitamos el centro de la ciudad y tuvimos la suerte que en una tienda de regalos, charlando con su dueña, que casualmente había hecho años atrás una ruta parecida a la nuestra, pudimos ofrecerle las artesanías de Malén y le interesó enseguida, así que terminamos de preparar todo por la noche y a la mañana siguiente se las llevamos y nos compró casi todo el saldo. Contentos seguimos 22 km hasta Trevelin, un pueblo pequeño con mucho encanto que, junto con Gayman son las principales colonias galesas de Argentina, es más, tal es la importancia de esa colectividad en el pueblo, que la mayoría de las indicaciones están en castellano y galés.


Allí almorzamos en un pequeño restaurante para festejar el cumpleaños de Malén. Después de comer salimos del pueblo y entramos en el Parque Nacional Los Alerces por la entrada sur para visitar el complejo hidroeléctrico de Futaleufú construido en los años 70 durante la dictadura, (de lo contrario no se hubiese podido hacer una central hidroeléctrica de esa magnitud en un parque nacional).





El Parque Nacional Los Alerces protege una gran región de bosque cordillerano, ríos, y cantidad de lagos. Nosotros llegamos en una época especial del parque. Parte de la flora representativa del bosque andino es la caña colihue, del cual el parque posee unas 20.000has. Alrededor de cada 70 años se produce un hecho asombroso, el florecimiento masivo y la posterior seca de casi todos los ejemplares. Esto acarrea que los roedores del parque, que comen sus frutos, se multipliquen de forma alarmante y estos ratones suelen ser portadores del Hanta Virus, una enfermedad bastante peligrosa.


Debido a esto casi todas las áreas de camping agreste y senderos estaban cerrados al público y recomendaban extremar las precauciones de higiene. De todas maneras la zona sur del parque, que ocupa el embalse y el complejo hidroeléctrico, no fue de gran atractivo para nosotros.


Regresamos al pueblo y descubrimos un complejo polideportivo municipal con piscina cubierta, entramos y por un precio más que razonable estuvimos nadando bastante tiempo y nos pudimos duchar con abundante agua caliente, cosa que ya echábamos de menos.

Ya perfectamente aseados y contentos, tomamos algo en un bonito bar del pueblo y pasamos la noche estacionados cerca del polideportivo.

Por la mañana seguimos hacia el norte, pero en cambio de seguir la ruta 40, tomamos el camino más largo que pasa por el parque nacional, es todo de ripio, aunque en este caso húmedo, ya que las precipitaciones son muy frecuentes en el parque. Se bordean un rosario de lagos preciosos, ríos de agua cristalina, y un despliegue de flora impresionante, que incluye a los gigantes alerces, cañas colihue, arrayanes, etc.






 




Ya fuera del parque pasamos por un par de pequeños pueblos muy interesantes, La Bolsa y Cholilla, donde empieza nuevamente el asfalto, y nos unimos luego de vuelta a la RN40 hasta el paralelo 42º, límite entre las provincias de Chubut y Rio Negro.






Allí está la pequeña villa andina de Lago Puelo, a orillas del mismo lago y del parque nacional del mismo nombre. Este parque es muy pequeño, pero importante, ya que protege un sector de selva valdiviana chilena (el límite con Chile está a 9km) y que no se encuentra frecuentemente de este lado de la cordillera. Allí hicimos un par de caminatas interesantes y pasamos el resto de la tarde descansando en la orilla del lago. 







Por la noche nos movimos hacia un estacionamiento (donde estábamos estaba prohibido acampar) donde dormimos y por la mañana continuamos por la Ruta 40 rumbo norte, hacia la región de los lagos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario