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lunes, 6 de enero de 2014

33 - Rumbo sur, fiestas en familia



Del 14 de Diciembre de 2013 al 2 de Enero de 2014.

Decíamos en nuestros primeros posts que era algo así como un objetivo para nosotros llegar a Argentina y más precisamente al pueblo natal de Pablo para pasar las fiestas con su familia. Habíamos logrado completar la mayor parte del recorrido en tiempo y aunque el norte de Chile aún estaba a un par de miles de kilómetros de nuestra meta, ésta se nos presentaba cercana y alcanzable.



Salimos de Ite bien temprano siguiendo la carretera llamada La Costanera hacia Tacna. Preguntando logramos desviarnos antes de entrar en la ciudad y llegamos a la frontera. El puesto fronterizo peruano es moderno, bastante funcional y muy concurrido. Los funcionarios nos explicaron y acompañaron con los trámites y, aunque tuvimos que mostrarle al agente de aduanas donde estaba España (Spain) en su desplegable en inglés, todo fue muy bien. Del lado chileno los controles son muy estrictos y el personal de turno se toma muy en serio su trabajo, nos revisaron a Furgo con perros y espejos en los bajos, controlaron que no llevemos productos frescos y llenamos algunos formularios. Por suerte aunque también revisaron por dentro, no nos hicieron bajar todo nuestro equipaje. El personal de control de fronteras chileno es muy profesional y eficiente por lo que no nos demoramos más de lo estrictamente necesario.

Entramos en territorio chileno sin mapa, aunque no nos preocupamos mucho, como siempre confiamos de que en caso de duda la gente nos indicaría el camino correcto. De todas maneras, en el norte de Chile no hay muchas opciones de carreteras y sabíamos que no teníamos que desviarnos de la ruta 5 que recorre el país a lo largo de toda su extensión hasta la ciudad de Iquique.

Llegamos enseguida a Arica, nos adentramos un poco en la ciudad para cambiar algo de dinero y cargar combustible. Enseguida notamos el estado de bienestar económico y el grado de desarrollo actual del país, en contraste con lo que veníamos viendo en Perú.
Abandonamos la ciudad y nos internamos en el desierto. La carretera alterna rectas interminables y monótonas con cañones profundos en los que corre algún pequeño río. Otra vez nos demoramos bastante por las obras de mejora de la ruta y paramos a comer en un pequeño bar de un improvisado poblado saliendo de uno de los valles.

Avanzamos lo más que pudimos y nos desviamos hasta Iquique para hacer compras en un supermercado. Quizás no era lo más recomendable, ya que alargamos camino, pero por no tener mapas a veces pasan esas cosas. Era Sábado, víspera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país por lo que los comercios cerraban pronto. No quisimos quedarnos en la ciudad y, aunque era algo tarde, decidimos seguir camino.

Preguntamos a un camionero que nos explicó que para el paso de Jama, frontera con Argentina, podíamos ir por el mar o seguir por la 5, que era más corto y directo así que volvimos atrás unos 40km y nos reincorporamos rumbo sur.
Ya sobre la ruta principal unos policías nos dijeron que más adelante había un puesto donde podíamos quedarnos seguros a dormir. Como la 1ª Región chilena es zona franca, entre la 1ª y 2ª Región hay un control aduanero en Quillagua, al que llegamos con frío, muchísimo viento y muy entrada la noche. Nos quedamos a pernoctar en una gran explanada donde se amontonaban diversos vehículos aparentemente requisados por las autoridades.



Muy temprano, desayunamos y seguimos nuestra ruta por el desierto de Atacama. El paisaje se alterna con antiguas explotaciones mineras, pueblos fantasmas y cementerios abandonados en medio de la nada. Prestando atención, encontramos el cruce hacia Calama y cerca del mediodía llegamos a la ciudad minera. Cargamos combustible y agua y recorrimos los 85km hasta San Pedro de Atacama, un pueblo andino colonial precioso y lleno de turistas extranjeros, que además es punto de partida para las excursiones al salar de Uyuni en Bolivia o a la Quebrada de Humahuaca, en Argentina. Éste pueblo también es punto de paso para todo el tránsito de camiones que viene desde Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina hacia el puerto de Iquique, principal entrada de los productos asiáticos en el sur de sudamérica.
Visitamos el pueblo, cocinamos algo y nos dispusimos a seguir hacia el paso de Jama para cruzar a Argentina esa misma tarde.


Entre paisajes maravillosos, la carretera comienza a subir vertiginosamente hasta bastante más de 4000msnm. Aún cerca de San Pedro, la temperatura superaba los 30ºC y teníamos viento desde detrás. Furgo comenzó a calentar el motor de forma alarmante, cosa que no había hecho bajo ninguna condición en el resto del viaje. Creemos que la gran exigencia del motor, la falta de oxígeno y la pobre entrada de aire al radiador causaron el calentamiento. Asustados nos detuvimos para reponer agua en el radiador y esperar que se enfríe. Continuamos muy lentamente, avanzando cada vez unos pocos cientos de metros hasta salvar la primera etapa de unos 30km en 3hs y media aproximadamente. Sabíamos que un exceso de temperatura ocasionaría un daño en el motor que podría ser irreparable.
Ya en altura la temperatura ambiente bajó drásticamente, debajo de los 0ºC, había restos de hielo y nieve en los costados y teníamos viento de frente o de costado, por lo que la ventilación del motor era óptima y no volvimos a experimentar sobrecalentamiento.







Ya casi de noche llegamos emocionados a la frontera Argentina, el paso de Jama. En las instalaciones aduaneras del lado argentino se han unificado los trámites de los dos países, por lo que el proceso se agiliza mucho y se hace todo de manera eficiente y ordenada.
El pueblo de Jama se halla sobre los 4000msnm y no es más que un conjunto de casas bajas de reciente construcción. También hay una moderna estación de servicio del Automóvil Club Argentino donde nos quedamos a dormir poniendo a prueba nuestra capacidad de soportar el frío.

Apenas nos levantamos por la mañana, bien temprano y aún sin desayunar, comenzamos a bajar por paisajes de altiplanos, lagunas y salinas. Nos paramos a un costado del camino en total soledad para tomar un buen desayuno y más adelante entramos un momento a Susques. También nos detuvimos en las Salinas Grandes, un lugar precioso de donde se extrae sal para consumo humano e industrial. Volvimos a subir bastante para por fin descender zigzagueando hasta el hermoso pueblo de Purmamarca y nos quedamos un buen rato caminando entre sus calles y disfrutando de su entorno.








Al volver a recoger a Furgo donde estaba estacionada, notamos que la fuga de agua que ya considerábamos normal, debido a que la traíamos desde Estados Unidos, se había agravado de forma alarmante. Aún así llegamos hasta Tilcara, donde decidimos que lo mejor sería abandonar nuestra idea de recorrer lentamente la Quebrada de Humahuaca y salir directamente para Cruz Alta, el pueblo natal de Pablo en la provincia de Córdoba a más de 1000km de allí, donde tenemos amigos que son mecánicos de suma confianza que nos ayudarían con nuestro problema de la bomba de agua.

Controlando cada pocos kilómetros el nivel de agua del motor y con un ojo puesto permanentemente en el indicador de temperatura, cruzamos la decadente ciudad de Tucumán, ciudad que a pesar de ser un punto de gran interés turístico se ha convertido en un sitio inseguro y poco recomendable. Bajo la oscuridad de la noche y con los riesgos de las carreteras de la zona, mal marcadas y transitadas por vehículos sin luces, motos y hasta animales, logramos llegar hasta Termas de Rio Hondo, en la provincia de Santiago del Estero. Esta ciudad, un poco anticuada, fue otrora un gran balneario de aguas termales y un centro importante de turismo pero hoy día se nota un gran esfuerzo en tratar de recuperar parte de su esplendor. Nosotros dormimos en una estación de servicio a unos kilómetros más adelante de la ciudad, donde gentilmente Héctor, el encargado de las duchas, nos dejó usarlas sin pagar por el servicio.

A la madrugada partimos con la esperanza de llegar a Cruz Alta y dar la sorpresa a la familia a última hora de la tarde. Las carreteras de esa zona son poco transitadas, mayormente rectas y sin desnivel. El paisaje es de monte seco y el calor es agobiante durante las horas del día. Poco a poco y controlando agua y temperatura del motor cruzamos la provincia de Santiago del Estero y entramos a la provincia de Córdoba. Enseguida nos detuvo un control policial, cosa normal en la provincia, y nos dejaron seguir sin problemas. Unos pocos kilómetros más adelante, de repente comenzamos a oir un zumbido terrible en el motor, por lo que nos detuvimos al costado de la carretera lo antes posible y paramos el motor.


La carretera desierta, el calor agobiante del mediodía y el silencio sólo interrumpido por el sonido de algunos pájaros nos anticipaba una difícil situación. Furgo dijo basta, no arrancó más, no teníamos teléfono móvil, contábamos sólo con una ínfima cantidad de efectivo y no sabíamos bien donde estábamos. Después de un buen rato esperando y barajando posibilidades, el patrullero que antes nos había detenido pasó por allí y esta vez lo detuvimos nosotros. Les explicamos la situación y ellos intentaron llamar a la grúa del seguro, pero no había buena cobertura y no pudimos comunicarnos. Se ofrecieron a llevarnos a un pequeño pueblo a 8km del lugar donde estábamos. Malén se quedó con Furgo y Pablo se fue con la policía hacia Rayo Cortado, un pueblo polvoriento que parece quedado en el tiempo. Allí, en un comercio de ramos generales que también tenían locutorio llamamos a Jorgelina, hermana de Pablo y Sebastián, su marido, quienes enseguida se pusieron manos a la obra e hicieron rápidamente los trámites para conseguir un remolque. Agradecemos al dueño del negocio de Rayo Cortado, quien una vez terminado de comunicarnos y arreglar el proceso de “rescate”, devolvió a Pablo de nuevo con Malén y Furgo. Estábamos a sólo 600km de nuestro destino.


Debido a las distancias y a las características de Furgo, se necesitaba una grúa un poco más grande de lo habitual, por lo que ésta tardó más de 6hs en llegar. Nosotros, aunque muy tristes, esperamos pacientemente soportando lo mejor posible el calor, que luego se transformó en viento, y luego en lluvia torrencial justo cuando la grúa llegó. Debido a la distancia que nos cubría el seguro, decidimos que nos lleven a San Antonio De Arredondo, a unos 250km de donde estábamos y donde la familia de Pablo tiene unos apartamentos de vacaciones al lado de un río de montaña. En el camino aprovechamos para conversar con Carlos, el simpático conductor de la grúa y a ponernos al día de la situación general del país y de su gente.
Cerca de las 22hs ya estábamos por fin “en casa” donde Hugo y Edith, los tíos de Pablo nos esperaban con las llaves del lugar y el dinero para pagar el costo del exceso de kilómetros de la grúa. Esa noche descansamos bien y aprovechamos el día siguiente para limpiar toda nuestra ropa, disfrutar del río y relajarnos de las tensiones del día anterior. 

Por la tarde llegaron Susana y Juan José, los padres de Pablo, Jorgelina y Emma, su pequeña sobrina a quienes abrazamos entre lágrimas de emoción por tanto apoyo recibido y también quizás por cumplir con una etapa y con el objetivo de unir nuestra casa en España, con nuestra familia en Argentina. Pero eso no fue todo, la sorpresa mayor fue cuando aparecieron, aún ocultos detrás de una pancarta de bienvenida, Antonia y Monserrate, los padres de Malén! Se habían venido desde España para recibirnos en Argentina. No lo podíamos creer y no podíamos tener mejor bienvenida.


Los días siguientes los pasamos en familia con nuestros padres, Jorgelina, Emma y Sebastián, los tíos Edith y Hugo, nuestros primos Romina y David, y la abuela Rosa. Visitamos Carlos Paz, uno de los centros turísticos más grandes de la Argentina que queda a pocos kilómetros de allí y también el valle de Punilla, La Falda y mayormente pasamos el tiempo y nos bañamos en el Rio San Antonio. También celebramos Navidad con toda la familia allí y a pesar de estar algo tristes por el problema de Furgo, disfrutamos cada momento de los afectos, apoyo y cariño recibido de parte de todos.





Días antes de terminar el año nos fuimos a Cruz Alta, el pueblo natal de Pablo a orillas del Rio Carcarañá y a unos 400km de San Antonio. Allí seguimos encontrándonos con amigos y familiares que, como siempre nos brindaron cálidas bienvenidas e interminables muestras de genuino afecto.


Cruz Alta no es un lugar turístico aunque quizás es un sitio que merece la pena ser visitado. Se encuentra en la región de la Pampa húmeda y su paisaje es de llanura cubierta de verdes cultivos de soja y maíz. Tuvimos el privilegio de visitar un campo de soja de la familia Bizet, quienes nos explicaron de forma didáctica y entusiasta a nosotros y a los padres de Malén las técnicas y tecnologías aplicadas al cultivo. También visitamos un camping muy peculiar que se encuentra en las afueras del pueblo y que consta de una gran piscina en medio de la naturaleza que se llena constantemente de agua de surgentes muy profundos, excavados hace más de un siglo. El lugar se llama Pileta Vieja, tiene más de 100 años y aparte de ser un oasis de tranquilidad y bienestar, tiene un aire retrógrado muy fascinante.











Antes de fin de año, llevamos a Antonia y a Monserrate a Buenos Aires para tomar el vuelo de vuelta a Mallorca. Fuimos un día antes, pasamos por San Pedro, importante colonia mallorquina, que los padres de Malén habían visitado 27 años atrás y después, a pesar del calor reinante en la capital argentina, disfrutamos de la ciudad maravillosa que es Buenos Aires, que, a pesar de los problemas de malos gobiernos, la suciedad de sus calles y la desidia de muchos de sus habitantes, todavía no deja de tener el encanto de sus barrios, su arquitectura, su cultura y su latir de gigante.









Para año nuevo estábamos toda la familia festejando en casa de Jorgelina, Emma y Sebastián. Gracias a la ayuda de la familia de Pablo, de Claudio Benoit de la agencia de seguros, y de David y Romina desde San Antonio, logramos traer de forma económica y segura a Furgo hasta Cruz Alta.

El 2 de Enero de 2014 y gracias al aliento incondicional de nuestros mayores fans en todo esto, los padres de Pablo, temprano ya estábamos junto a nuestros amigos Héctor y Nelson Pastrello, incansables viajeros y excelentes mecánicos (aparte de ser sumamente divertidos) desmontando el motor de Furgo y comenzando a contrarreloj la reparación para poder continuar con nuestro viaje.

Próximo objetivo: Ushuaia, fin del mundo...


4 comentarios:

  1. FELIZ, FELIZ, FELIZ de tenerlos en casa!!!!! Y aunque Furgo está en terapia intensiva, está en buenas manos y va a salir del coma prontito.... y ahí sí que no la va a parar nadie!!!
    Mucha suerte!!!!
    Los quiero mucho y estoy disfrutando un montonazo de vuestra presencia!!!!

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    1. Nosotros estamos muy contentos de haber estado en casa y de que nos hayan cuidado tnto y nos hayan brindado tanto cariño.
      Estamos en el fin del mundo, y es también gracias a ustedes.
      Los queremos mucho!!

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  2. Malén, Pablo es un disfrute leerlos!! Seguid así disfrutandolo todo al máximo! Seguro que ya estais camino del fin del mundo! Un fuerte abrazo desde Mallorca. Marian.

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    1. Hola Marian, gràcies per seguir-nos. Avui hem arribat al final de la ruta 3, la fi del món! Aconseguit! una aferrada ben grossa!

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