Del 14 de Diciembre de
2013 al 2 de Enero de 2014.
Decíamos en nuestros
primeros posts que era algo así como un objetivo para nosotros
llegar a Argentina y más precisamente al pueblo natal de Pablo para
pasar las fiestas con su familia. Habíamos logrado completar la
mayor parte del recorrido en tiempo y aunque el norte de Chile aún
estaba a un par de miles de kilómetros de nuestra meta, ésta se nos
presentaba cercana y alcanzable.
Salimos de Ite bien
temprano siguiendo la carretera llamada La Costanera hacia Tacna.
Preguntando logramos desviarnos antes de entrar en la ciudad y
llegamos a la frontera. El puesto fronterizo peruano es moderno,
bastante funcional y muy concurrido. Los funcionarios nos explicaron
y acompañaron con los trámites y, aunque tuvimos que mostrarle al
agente de aduanas donde estaba España (Spain) en su desplegable en
inglés, todo fue muy bien. Del lado chileno los controles son muy
estrictos y el personal de turno se toma muy en serio su trabajo, nos
revisaron a Furgo con perros y espejos en los bajos, controlaron que
no llevemos productos frescos y llenamos algunos formularios. Por
suerte aunque también revisaron por dentro, no nos hicieron bajar
todo nuestro equipaje. El personal de control de fronteras chileno es
muy profesional y eficiente por lo que no nos demoramos más de lo
estrictamente necesario.
Entramos en territorio
chileno sin mapa, aunque no nos preocupamos mucho, como siempre
confiamos de que en caso de duda la gente nos indicaría el camino
correcto. De todas maneras, en el norte de Chile no hay muchas
opciones de carreteras y sabíamos que no teníamos que desviarnos de
la ruta 5 que recorre el país a lo largo de toda su extensión hasta
la ciudad de Iquique.
Llegamos enseguida a
Arica, nos adentramos un poco en la ciudad para cambiar algo de
dinero y cargar combustible. Enseguida notamos el estado de bienestar
económico y el grado de desarrollo actual del país, en contraste
con lo que veníamos viendo en Perú.
Abandonamos la ciudad y
nos internamos en el desierto. La carretera alterna rectas
interminables y monótonas con cañones profundos en los que corre
algún pequeño río. Otra vez nos demoramos bastante por las obras
de mejora de la ruta y paramos a comer en un pequeño bar de un
improvisado poblado saliendo de uno de los valles.
Avanzamos lo más que
pudimos y nos desviamos hasta Iquique para hacer compras en un
supermercado. Quizás no era lo más recomendable, ya que alargamos
camino, pero por no tener mapas a veces pasan esas cosas. Era Sábado,
víspera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el
país por lo que los comercios cerraban pronto. No quisimos quedarnos
en la ciudad y, aunque era algo tarde, decidimos seguir camino.
Preguntamos a un
camionero que nos explicó que para el paso de Jama, frontera con
Argentina, podíamos ir por el mar o seguir por la 5, que era más
corto y directo así que volvimos atrás unos 40km y nos
reincorporamos rumbo sur.
Ya sobre la ruta
principal unos policías nos dijeron que más adelante había un
puesto donde podíamos quedarnos seguros a dormir. Como la 1ª Región
chilena es zona franca, entre la 1ª y 2ª Región hay un control
aduanero en Quillagua, al que llegamos con frío, muchísimo viento y
muy entrada la noche. Nos quedamos a pernoctar en una gran explanada
donde se amontonaban diversos vehículos aparentemente requisados por
las autoridades.
Visitamos el pueblo,
cocinamos algo y nos dispusimos a seguir hacia el paso de Jama para
cruzar a Argentina esa misma tarde.
Ya en altura la
temperatura ambiente bajó drásticamente, debajo de los 0ºC, había
restos de hielo y nieve en los costados y teníamos viento de frente
o de costado, por lo que la ventilación del motor era óptima y no
volvimos a experimentar sobrecalentamiento.
El pueblo de Jama se
halla sobre los 4000msnm y no es más que un conjunto de casas bajas
de reciente construcción. También hay una moderna estación de
servicio del Automóvil Club Argentino donde nos quedamos a dormir
poniendo a prueba nuestra capacidad de soportar el frío.
Apenas nos levantamos por
la mañana, bien temprano y aún sin desayunar, comenzamos a bajar
por paisajes de altiplanos, lagunas y salinas. Nos paramos a un
costado del camino en total soledad para tomar un buen desayuno y más
adelante entramos un momento a Susques. También nos detuvimos en las
Salinas Grandes, un lugar precioso de donde se extrae sal para
consumo humano e industrial. Volvimos a subir bastante para por fin
descender zigzagueando hasta el hermoso pueblo de Purmamarca y nos
quedamos un buen rato caminando entre sus calles y disfrutando de su
entorno.
Al volver a recoger a
Furgo donde estaba estacionada, notamos que la fuga de agua que ya
considerábamos normal, debido a que la traíamos desde Estados
Unidos, se había agravado de forma alarmante. Aún así llegamos
hasta Tilcara, donde decidimos que lo mejor sería abandonar nuestra
idea de recorrer lentamente la Quebrada de Humahuaca y salir
directamente para Cruz Alta, el pueblo natal de Pablo en la provincia
de Córdoba a más de 1000km de allí, donde tenemos amigos que son
mecánicos de suma confianza que nos ayudarían con nuestro problema
de la bomba de agua.
Controlando cada pocos
kilómetros el nivel de agua del motor y con un ojo puesto
permanentemente en el indicador de temperatura, cruzamos la decadente
ciudad de Tucumán, ciudad que a pesar de ser un punto de gran
interés turístico se ha convertido en un sitio inseguro y poco
recomendable. Bajo la oscuridad de la noche y con los riesgos de las
carreteras de la zona, mal marcadas y transitadas por vehículos sin
luces, motos y hasta animales, logramos llegar hasta Termas de Rio
Hondo, en la provincia de Santiago del Estero. Esta ciudad, un poco
anticuada, fue otrora un gran balneario de aguas termales y un centro
importante de turismo pero hoy día se nota un gran esfuerzo en
tratar de recuperar parte de su esplendor. Nosotros dormimos en una
estación de servicio a unos kilómetros más adelante de la ciudad,
donde gentilmente Héctor, el encargado de las duchas, nos dejó
usarlas sin pagar por el servicio.
A la madrugada partimos
con la esperanza de llegar a Cruz Alta y dar la sorpresa a la familia
a última hora de la tarde. Las carreteras de esa zona son poco
transitadas, mayormente rectas y sin desnivel. El paisaje es de monte
seco y el calor es agobiante durante las horas del día. Poco a poco
y controlando agua y temperatura del motor cruzamos la provincia de
Santiago del Estero y entramos a la provincia de Córdoba. Enseguida
nos detuvo un control policial, cosa normal en la provincia, y nos
dejaron seguir sin problemas. Unos pocos kilómetros más adelante,
de repente comenzamos a oir un zumbido terrible en el motor, por lo
que nos detuvimos al costado de la carretera lo antes posible y
paramos el motor.
La carretera desierta, el
calor agobiante del mediodía y el silencio sólo interrumpido por
el sonido de algunos pájaros nos anticipaba una difícil situación.
Furgo dijo basta, no arrancó más, no teníamos teléfono móvil,
contábamos sólo con una ínfima cantidad de efectivo y no sabíamos
bien donde estábamos. Después de un buen rato esperando y barajando
posibilidades, el patrullero que antes nos había detenido pasó por
allí y esta vez lo detuvimos nosotros. Les explicamos la situación
y ellos intentaron llamar a la grúa del seguro, pero no había buena
cobertura y no pudimos comunicarnos. Se ofrecieron a llevarnos a un
pequeño pueblo a 8km del lugar donde estábamos. Malén se quedó
con Furgo y Pablo se fue con la policía hacia Rayo Cortado, un
pueblo polvoriento que parece quedado en el tiempo. Allí, en un
comercio de ramos generales que también tenían locutorio llamamos a
Jorgelina, hermana de Pablo y Sebastián, su marido, quienes
enseguida se pusieron manos a la obra e hicieron rápidamente los
trámites para conseguir un remolque. Agradecemos al dueño del
negocio de Rayo Cortado, quien una vez terminado de comunicarnos y
arreglar el proceso de “rescate”, devolvió a Pablo de nuevo con
Malén y Furgo. Estábamos a sólo 600km de nuestro destino.
Debido a las distancias y
a las características de Furgo, se necesitaba una grúa un poco más
grande de lo habitual, por lo que ésta tardó más de 6hs en llegar.
Nosotros, aunque muy tristes, esperamos pacientemente soportando lo
mejor posible el calor, que luego se transformó en viento, y luego
en lluvia torrencial justo cuando la grúa llegó. Debido a la
distancia que nos cubría el seguro, decidimos que nos lleven a San
Antonio De Arredondo, a unos 250km de donde estábamos y donde la
familia de Pablo tiene unos apartamentos de vacaciones al lado de un
río de montaña. En el camino aprovechamos para conversar con
Carlos, el simpático conductor de la grúa y a ponernos al día de
la situación general del país y de su gente.
Cerca de las 22hs ya
estábamos por fin “en casa” donde Hugo y Edith, los tíos de
Pablo nos esperaban con las llaves del lugar y el dinero para pagar
el costo del exceso de kilómetros de la grúa. Esa noche descansamos
bien y aprovechamos el día siguiente para limpiar toda nuestra ropa,
disfrutar del río y relajarnos de las tensiones del día anterior.
Por la tarde llegaron
Susana y Juan José, los padres de Pablo, Jorgelina y Emma, su
pequeña sobrina a quienes abrazamos entre lágrimas de emoción por
tanto apoyo recibido y también quizás por cumplir con una etapa y
con el objetivo de unir nuestra casa en España, con nuestra familia
en Argentina. Pero eso no fue todo, la sorpresa mayor fue cuando
aparecieron, aún ocultos detrás de una pancarta de bienvenida,
Antonia y Monserrate, los padres de Malén! Se habían venido desde
España para recibirnos en Argentina. No lo podíamos creer y no
podíamos tener mejor bienvenida.
Días antes de terminar
el año nos fuimos a Cruz Alta, el pueblo natal de Pablo a orillas
del Rio Carcarañá y a unos 400km de San Antonio. Allí seguimos
encontrándonos con amigos y familiares que, como siempre nos
brindaron cálidas bienvenidas e interminables muestras de genuino
afecto.
Cruz Alta no es un lugar
turístico aunque quizás es un sitio que merece la pena ser
visitado. Se encuentra en la región de la Pampa húmeda y su paisaje
es de llanura cubierta de verdes cultivos de soja y maíz. Tuvimos el
privilegio de visitar un campo de soja de la familia Bizet, quienes
nos explicaron de forma didáctica y entusiasta a nosotros y a los
padres de Malén las técnicas y tecnologías aplicadas al cultivo.
También visitamos un camping muy peculiar que se encuentra en las
afueras del pueblo y que consta de una gran piscina en medio de la
naturaleza que se llena constantemente de agua de surgentes muy
profundos, excavados hace más de un siglo. El lugar se llama Pileta
Vieja, tiene más de 100 años y aparte de ser un oasis de
tranquilidad y bienestar, tiene un aire retrógrado muy fascinante.
Antes de fin de año, llevamos a Antonia y a Monserrate a Buenos Aires para tomar el vuelo de vuelta a Mallorca. Fuimos un día antes, pasamos por San Pedro, importante colonia mallorquina, que los padres de Malén habían visitado 27 años atrás y después, a pesar del calor reinante en la capital argentina, disfrutamos de la ciudad maravillosa que es Buenos Aires, que, a pesar de los problemas de malos gobiernos, la suciedad de sus calles y la desidia de muchos de sus habitantes, todavía no deja de tener el encanto de sus barrios, su arquitectura, su cultura y su latir de gigante.
Para año nuevo estábamos
toda la familia festejando en casa de Jorgelina, Emma y Sebastián.
Gracias a la ayuda de la familia de Pablo, de Claudio Benoit de la
agencia de seguros, y de David y Romina desde San Antonio, logramos
traer de forma económica y segura a Furgo hasta Cruz Alta.
El 2 de Enero de 2014 y
gracias al aliento incondicional de nuestros mayores fans en todo
esto, los padres de Pablo, temprano ya estábamos junto a nuestros
amigos Héctor y Nelson Pastrello, incansables viajeros y excelentes
mecánicos (aparte de ser sumamente divertidos) desmontando el motor
de Furgo y comenzando a contrarreloj la reparación para poder
continuar con nuestro viaje.
Próximo objetivo:
Ushuaia, fin del mundo...
FELIZ, FELIZ, FELIZ de tenerlos en casa!!!!! Y aunque Furgo está en terapia intensiva, está en buenas manos y va a salir del coma prontito.... y ahí sí que no la va a parar nadie!!!
ResponderEliminarMucha suerte!!!!
Los quiero mucho y estoy disfrutando un montonazo de vuestra presencia!!!!
Nosotros estamos muy contentos de haber estado en casa y de que nos hayan cuidado tnto y nos hayan brindado tanto cariño.
EliminarEstamos en el fin del mundo, y es también gracias a ustedes.
Los queremos mucho!!
Malén, Pablo es un disfrute leerlos!! Seguid así disfrutandolo todo al máximo! Seguro que ya estais camino del fin del mundo! Un fuerte abrazo desde Mallorca. Marian.
ResponderEliminarHola Marian, gràcies per seguir-nos. Avui hem arribat al final de la ruta 3, la fi del món! Aconseguit! una aferrada ben grossa!
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