Del 29 de Octubre al 4 de
Noviembre, 2013
Llegar a Pedasí
adivinando los caminos no fue del todo fácil, dimos unas cuantas
vueltas en círculos en la ciudad de Chitré debido a las obras en
construcción y a la falta de señalización. Éste es un pueblo
pegado al Océano Pacífico que juntos con otros de la zona son
turísticos pero no tienen playas que valgan mucho la pena, son
lugares aptos para el surf y la pesca deportiva. Javier y su madre
nos recibieron en el hotel de su amigo, un sitio desde donde se hacen
excursiones de pesca. Nos dejaron usar la piscina y dormimos en el
estacionamiento junto a las lanchas de pesca.
Temprano por la mañana
visitamos un poco más de la península de Azuero en busca de una
playa tranquila, y al no encontrarla decidimos seguir bordeando la
costa ésta vez en dirección a Ciudad De Panamá. No muy lejos de
Pedasí, se encuentra Las Tablas, y de ahí probamos de ir a una
playa que se llama El Uverito, La playa en sí es bastante bonita,
tiene una calle a lo largo de la costa, algunos restaurantes y casas
de fin de semana, aunque por algún motivo está sumamente
descuidado, arruinado y sucio. De todas maneras decidimos quedarnos
allí y pasamos la noche en la playa, esta vez sin custodia y sin
avisarle a ninguna fuerza de seguridad, el poblado parecía muy
tranquilo.
Nos habían informado de
que las playas de camino a Panamá eran casi todas privadas, o sea,
pertenecían a grandes cadenas de hoteles o barrios cerrados. Así
fue, se nos hizo imposible poder acceder a las playas, de todas
maneras llovía continuamente, por lo que asimismo no hubiésemos
disfrutado mucho. Con la tenaz lluvia persiguiéndonos, llegamos a
Santa Clara, un pequeño pueblo de residencias de verano de lujo a
nivel norteamericano o europeo donde tampoco podíamos acceder a las
playas, así que nos paramos en una plazoleta frente a un
supermercado chino y nos dispusimos a pasar la noche hasta que pasó
un patrullero y le avisamos que nos quedaríamos allí. Nos dijeron
que no querían que nos arriesgáramos y que mejor nos moviésemos al
patio de la comisaría, cosa que hicimos.
Por la tarde otro
aguacero terrible ahogó cualquier intento de actividad en el
exterior por lo que no pudimos hacer más que quedarnos dentro de
Furgo, leer y descansar. Ya caída la noche y cesada la lluvia, por
la calle principal del pueblo desfiló la banda local en un ensayo
general de lo que sería el gran desfile de la independencia, todo el
pueblo estaba allí y pasamos un rato divertido.
Dormimos al lado del
cuartel de la policía y por la mañana seguimos por la carretera
panamericana hacia Ciudad De Panamá, que rodeamos para cruzar el
canal por el Puente del Centenario. Recorrimos parte del Parque
Nacional Soberanía que se extiende a los lados del canal y accedimos
a la autopista a Colón, del lado del Caribe. La distancia del itsmo
entre Panamá y Colón es de aproximadamente 57km y se recorre en más
o menos una hora, Antes de llegar a Colón, ciudad portuaria que es
el segundo puerto libre más grande de occidente, pero que no tiene
absolutamente nada para ver (más adelante lo comprobamos) nos
desviamos hacia Portobelo, un antiguo puerto colonial español desde
donde se embarcaban las mercancías hacia la Madre Patria. Éste
lugar está declarado como Patrimonio de la Humanidad y fue nuestra
última ciudad de la Ruta Colonial y de los Volcanes. Desde allí
también se puede ir en lancha a diferentes islas con playas que se
suponen impresionantes.
Llegamos al mediodía y
nos decepcionamos enseguida. La ciudad cuenta aún con las murallas
de las fortificaciones españolas, el edificio de aduanas y una
iglesia donde se venera una imagen de un Cristo negro muy famoso.
Podría ser una ciudad como otras de las que nos enamoramos, San
Cristóbal en México, Antigua en Guatemala o Suchitoto en El
Salvador, pero la ciudad vive en medio de una dejadez y una mugre
difícil de explicar. Encontramos una oficina de información
turística donde una chica completamente desganada a la que llegamos
a preguntar si le estábamos molestando por estar allí no nos dejó
nada claro sobre cómo ir a las islas o qué visitar en la zona, le
sugerimos el tema de la basura por doquier y un poco ofendida nos
dijo que eso era por la noche anterior que unos jóvenes habían
comido y bebido y dejado los envases. Claro, no seguimos discutiendo.
La basura incluía electrodomésticos oxidados en frente de la Aduana
a la que cobraban U$S5 para entrar, pedazos de muebles, neumáticos y
mucha otra basura orgánica e inorgánica. Es una verdadera lástima
que no se den cuenta del lugar precioso en donde viven y del rédito
turístico que podrían sacarle a todo eso.
Ciudad de Panamá tiene varias caras fácilmente visibles, y eso la hace interesante. Por un lado es una ciudad histórica, colonial y encantadora. Su otra cara es la zona de la costa, a lo largo de la Avenida Balboa, un conjunto de rascacielos altísimos, bancos, hoteles, residencias de lujo y una sofisticación difícil de encajar en Centroamérica. El resto de la ciudad lo comprenden algunos barrios de clase media y, en general, conjuntos de sucios bloques y edificios de gente humilde. La ciudad está creciendo muy rápido por el gran auge económico del país, por lo que se ha quedado obsoleta en cuanto a infraestructuras. Aunque se ven incontables obras viales y están por inaugurar el primer sistema de metro en Centroamérica, aún los transportes públicos son ineficientes e insuficientes.
A la mañana del tercer
día, mientras estábamos cómodamente ordenando nuestras cosas y
lavando nuestra ropa interior dentro de Furgo, un oficial que entraba
al nuevo turno nos dijo de mala manera que nos tendríamos que ir de
allí y que nuestra ropa interior colgada dentro de nuestro vehículo
daba muy mala imagen, cosa que no entendimos, ya que a pocos metros
de allí, en los límites del barrio antiguo “cuidado y restaurado
” la gente dormía y vivía alegremente entre la inmundicia y la
basura. También había cerca nuestro un pobre anciano indigente que
pasaba todo el día y la noche sentado en un cubo donde hacía sus
necesidades sin tener asistencia de ningún tipo, pero claro,
lamentablemente los límites del decoro son diferentes para cada tipo
de gente y un turista debe dar el buen ejemplo al que los locales
parecen no estar obligados. En fin...
No recordaréis por casualidad desde dónde hicisteis esa última foto? La del skyline de Panamá. Me encantaría verlo así :)
ResponderEliminarPor cierto, genial vuestro blog y sobre todo el viaje. Nosotros también estamos preparando un roadtrip, pero nuestro vehículo es bastante más pequeño ;)
Hola Iván, muchas gracias por tu comentario, y nos alegra de que te haya gustado nuestro blog. Esa foto está tomada en el casco antiguo, muy cerca del palacio presidencial, (viendo en Google maps creo que la Av. Eloy Alfaro). De todas maneras si vas al casco antiguo encontrarás esas vistas, y espero que hayan terminado las obras!. Seguro que disfrutarás de Panamá. Con respecto a tu roadtrip, Adelante!! el tamaño no importa...jajaja y no dudes en contactar con nosotros para cualquier cosa que necesites!
EliminarMuchas gracias por la respuesta, os leemos ;)
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