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lunes, 2 de septiembre de 2013

11 - Hacia el lejano Oeste...

Desde el 23 al 28 de Agosto, 2013

Después de nuestra parada forzada en Mississippi, y minutos después de terminada la reparación, a eso de las 17hs, salimos hacia el oeste, para completar los alrededor de 1800km que nos separaban de Albuquerque, New Mexico, allí nos encontraríamos con Joanne y Bob, dos entrañables amigos nuestros. Condujimos por la Interestatal 20 comprobando que Furgo funcionaba como nueva, aunque en un momento el velocímetro comenzó a oscilar demasiado y con el paso de los kilómetros dejó de marcar totalmente, por suerte el GPS nos permitía verificar la velocidad a cada momento. 





Llegamos a Shreveport, Louisiana, por la noche, teníamos marcado un aparcamiento de un casino para pararnos a dormir, pero resulta que la ciudad es como una pequeña Las Vegas, casinos por todas partes, luces, mucha gente, motos ruidosas y un ambiente demasiado festivo para lo cansados que estábamos, así que seguimos un poco más adelante, ya fuera de la ciudad y paramos en un parador de camioneros, que no era mucho más tranquilo, pero al menos era un lugar seguro, el calor y la humedad por la noche eran asfixiante, así que usamos con alivio y por primera vez el ventilador que habíamos traído con la furgo. Por la mañana siguiente entramos en el estado de Texas, al mediodía esquivamos por el norte a Dallas, pasamos por Wichita Falls, (Cascadas de Wichita, que cabe aclarar que son bastante decepcionantes) y ya al anochecer, nos paramos en un área de descanso preciosa cerca de Amarillo, y no demasiado lejos de la frontera con el estado de New Mexico.

Cuidado con las serpientes de cascabel!

Descubrimos que aparte del velocímetro averiado, teníamos una fuga importante de gas oil, y de agua, y de aceite de motor..., casi nada. Era hora de hacer un poco de mecánica dominguera, así que Pablo se puso la camiseta vieja y se tiró debajo de Furgo: el velocímetro se reparó aislando los cables del sensor en la caja de cambios que estaban en corto circuito, seguramente los mecánicos con las prisas, los habían estirado demasiado al punto de cortarlos; La pérdida de aceite, venía del filtro, que también había sido cambiado en la ocasión, pero había quedado algo flojo; la fuga de gas oil fue lo mas complicado por el sitio donde estaba, quitar un pequeño acople rápido averiado de la bomba de gas oil, cortar la manguera y añadirle un trozo extra con dos abrazaderas, por suerte en el área de descanso estábamos tranquilos (a pesar de los insistentes carteles de que nos cuidásemos de las serpientes de cascabel) y pudimos trabajar debajo de la furgo con relativa comodidad ya que también teníamos algunos accesorios de repuesto por si algo así pasaba. Lo del agua aún seguía preocupándonos, ya que previamente habíamos agregado un producto para tapar fugas del sistema y parecía no estar funcionando, y con las temperaturas que hacían y que iban a venir, era peligroso para la salud del motor.



Rancho Cadillac en Amarillo, Texas

En el centro de visitantes de Amarillo, nos conectamos por Skype con Juan José, el padre de Pablo que nos dió algunas recomendaciones y nos tranquilizó con respecto a la gravedad del problema, ya que si mantenemos controlada la temperatura y el nivel de agua no habría de suponer mayores inconvenientes y nos confirmó que éste era un problema bastante recurrente en vehículos de cierta edad. Por suerte, al día de escribir este post y después de haber hecho bastantes más kilómetros bajo todo tipo de exigencias, el producto antifugas parece estar funcionando y casi no tenemos mas pérdidas de agua, para nuestro alivio...

En total cruzamos todo el estado de Texas por el norte, y la verdad es que no le encontramos un encanto muy especial, ya nos lo habían advertido, paisajes planos, en general áridos, los típicos “ranchos”, pozos de petróleo que parecían obsoletos y muchas, muchas iglesias de diferentes cultos, en cada pueblo, anunciándose como si de locales de comida rápida se trataran.



                                                                                                                                                                        
Ya entrados en New Mexico siguiendo la Interestatal 40, que a su vez recorre el trazado de la histórica y mundialmente famosa Ruta 66, el paisaje se va transformando en mesetas coloridas, formaciones rocosas de formas diversas y un paisaje mucho mas entretenido. Paramos un rato en el pueblo de Santa Rosa (cabe destacar que la mayoría de nombres de pueblos, calles y lugares están en español) y por la tardecita ya estábamos en Rio Rancho, una ciudad pegada a Albuquerque muy contentos de ser recibidos en casa de nuestros amigos.





 


El Lunes por la mañana después de un buen desayuno americano que Bob nos había preparado con tortitas y sirope de arce, fuimos a pasear por las huertas en las afueras de la ciudad, compramos maíz y frutas en un mercado local,Joanne y Malén cocinaron unas galletas fantásticas y por la tardecita nos llevaron a ver las hermosas vistas desde la cumbre de las Sandía Mountains (nombre dado por el color que le da el sol a la montaña al atardecer) de unos 3000mts sobre el nivel del mar, y que se elevan a pocos kilómetros de la ciudad, que a su vez está a unos 1500mts sobre el nivel del mar. 



Al día siguiente visitamos el centro histórico de Albuquerque que es de estilo colonial con edificios bajos (como todo New Mexico) de diversas tonalidades desde el ocre al marrón rojizo, realmente muy bonitos. La mayoría de la gente tiene facciones latinoamericanas o son indios nativos norteamericanos. Incluso se escucha hablar en español o inglés indistintamente. Por la tardecita, incentivados por Joanne, fuimos a recorrer casinos que se encuentran dentro de las tierras de los indios (dentro de sus tierras ellos tienen sus propias leyes).

...Y con un pequeño truco, que consiste en apuntarse al “Club de Jugadores” de cada casino, nos daban un vale por una cantidad de dólares para jugar, este vale no se puede canjear por dinero, pero sí lo que uno eventualmente gane, por lo que al final y sin apostar nada nos hicimos con unos U$S50 en efectivo, una camiseta, unos cuantos tragos gratis y muchas risas!!! (todo sea por recuperar parte del dinero invertido en Furgo y de sanear nuestras averiadas cuentas...).

Gran oferta de chiles en un local especializado




Temprano al día siguiente nos despedimos de Bob y Joanne, que por su parte también salían hacia Minnesota, y partimos hacia Santa Fe, deteniéndonos en algunos casinos para proseguir con nuestra recaudación, que fue de un total de U$S96, nada mal si consideramos que no apostamos nada.


Santa Fe es una ciudad muy pequeña, preciosa y con un carácter muy auténtico, su arquitectura colonial, sus plazas, sus iglesias y mercados, todo es encantador. Por la tarde abandonamos las tierras áridas de New Mexico para adentrarnos en el estado de Colorado, donde volvimos a los paisajes verdes, lluvia, valles, colinas y granjas.


 






Nos detuvimos en Pagosa Springs, un pueblo famoso por sus termas, que pudimos disfrutar por un rato dándonos un buen baño y continuando un poco más dormimos en un sitio cercano a Hesperus sobre la carretera dentro de una National Forest (bosque  nacional) como solemos hacer bastante a menudo y muy cerca de la entrada del Parque Nacional Mesa Verde, aún en Colorado.





3 comentarios:

  1. Qué viaje maravilloso que están haciendo!!!!! Seguimos viajando con ustedes y Googleando cada lugar para conocer y aprender aún más!!!!!
    Sigan disfrutando cada instante y cuídense mucho!!!!!
    Los quierooooooo!


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  2. Hola chicos!!! Sigan adelante que estamos todos viajando con uds! (ahora bebe incluido! jaja. Besos los 2!! Romi

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  3. Que lugares hermosos, estamos disfrutando junto a uds. le deseamos lo mejor. besos Edith y Hugo

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