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sábado, 13 de julio de 2013

3 - Los pesados de la fila 27



...o como demorar un vuelo inter continental de Air Berlin por casi media hora.

Los alemanes son eficientes, y estrictos. Por eso, en nuestra escala en Düsseldorf y cuando estábamos a punto de embarcar en el último puesto donde entregaríamos la tarjeta de embarque, la chica que lo hacía nos pregunta:

- Me muestran por favor el pasaje de regreso? 

A lo que nosotros con toda la seguridad del mundo respondemos:

- No tenemos, abandonaremos Estados Unidos por tierra, en nuestro propio vehículo.

La chica, que era eficiente en su trabajo, cambia su cara de sonrisa de aerolínea por la de “hoy le voy a joder la vida a alguien” y nos dice:

- Si no hay pasaje de vuelta no pueden subir al avíón.

Resumiendo: después de más de media hora de discusión, de mostrarle toda la documentación nuestra, de nuestra furgo, de la compañía naviera, después de que nos pidieran hasta una visa en Argentina, que me pidieran mi pasaporte argentino y de que lo revisaran, y chequearan y volvieran a revisar, y llamadas por teléfono y nosotros pedirles de hablar con un superior, y de que les explicáramos como si fuesen tontos y de que se ofendieran, su posición no había variado en absoluto: no pasarán! Le pedimos una solución ya en un estado de impotencia que no podíamos entender y, como era eficiente nos la da: tendríamos que comprar pasajes de salida de Estados Unidos, que nos costarían la módica suma de 1653€ cada uno, o sea más de 3200€; pero eso sí, eran pasajes que se podían devolver así que cuando pasásemos la frontera y los controles iríamos a las oficinas o con una simple llamada cancelaríamos los billetes y todos contentos.
Como no nos quedaba otra opción, aceptamos, y después de varios intentos de tarjetas que no funcionaban lo conseguimos, nos dieron un papel escrito en código que era nuestro pasaje de salida, sin saber destino ni fecha.

Subimos corriendo al avión, una vez en el aire y todavía sin poder creer lo surrealista de la situación, ya que habíamos planeado nuestro viaje por meses y se nos había pasado el pequeño detalle de los vuelos de vuelta, el personal de vuelo se nos acercó a preguntar que nos había pasado y a tratar de descifrar el jeroglífico del papelito en clave: después de un buen rato, Pablo descubre que el vuelo era desde New York a Ezeiza unas pocas horas después de nuestra llegada. O sea ahora teníamos otro problema: si nos preguntaban en los controles nuestra fecha de salida y les decíamos la verdad, que pensábamos estar unos 2 meses, no se correspondería con los datos de nuestro pasaje, y si decíamos que estaríamos unas pocas horas, nos pondrían un sello de entrada válido para tránsito, que generalmente son de 24 o 48hs. El vuelo muy bien, buena comida, buena atención, buenos baños (nuestro sistema nervioso parasimpático nos hacía visitarlo bastante a menudo). Pero nosotros bastante preocupados, planeando estrategias de interrogatorio y todo eso. Ya en tierra mientras esperábamos en la interminable cola de los controles de entrada, nuestros corazones golpeaban como timbales y en nuestros oídos la música de la película “Expreso de Medianoche” sonaba a todo volumen. 

Algo tenía que salir bien: El funcionario de control era eficiente, y amable, y latino, y nos preguntó sobre si debía dirigirse a nosotros en castellano o italiano, estoy seguro de que Malén estuvo a punto de contestar: En catalá per favor!!!! pero se contuvo,  eso sí, aprovechamos la ocasión para promocionar las maravillas de la isla, pusimos nuestros 10 dedos en el escáner, nos sacaron una bonita foto carnet y no nos preguntó nada más, nos despidió muy amablemente y salimos en busca de nuestro equipaje con una sonrisa nerviosa contenida entre nuestros tintineantes dientes.




Sí, al final estábamos en los Estados Unidos De Norteamérica, tierra de libertad y de oportunidades, donde todos cumplen su sueño...eso sí, siempre demostrando antes de que no se es un criminal peligrosísimo dispuesto a perturbar la paz y seguridad de su nación.

 Lo que sigue vendrá en un post que escribiremos en un par de días. Antes de terminar quisiéramos agradecer a todas las personas que nos dieron información, o que nos ayudaron a planificar, o que nos dieron ideas y consejos, estoy seguro de que alguno se nos olvidará, por favor sepa disculpar!
A Veronique por su apoyo legal, a Mónica por sus contactos y rutas, a María & Michael por todos los mapas, información y guías, a Mabel, Brando (y sus amigos) y  a Lucas por ofrecernos sus casas, direcciones y logística en USA, a nuestros anfitriones de Couchsurfing (ya hablaremos de ellos en nuestro siguiente post), a nuestra familia por el apoyo incondicional, a Guillermo, a Cristhian, y a todos los que creen en nosotros, gracias.

5 comentarios:

  1. Leyendo el post en Carlos Paz en pleno invierno... y al mismo tiempo transpirando por lo que cuentan!!! jaa. (Por favor no nos hagan pasar más sustos!!).
    Les madamos un beso grande, y lo mejor para esta gran aventura!!
    Romi y David

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    1. Hola chicos!! Uffff, estos primeros días fueron de sudor y lágrimas haciendo papeles y trámites de todo tipo, al mismo tiempo estamos encontrando gente maravillosa por todos lados que compensa con creces cualquier inconveniente que pueda surgir. Un beso grande a toda la familia y gracias mil por toda la buena onda!

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    2. Chicos que odisea! Menos mal que ya pasó!
      Es tiempo de disfrutar! Vividlo al máximo que soys muy afortunados!!
      Se os lee!! Cuidaros mucho!
      Marian Compo!

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    3. Hola Marian!! qué alegría! espero que estés muy bien! gracias por la buena onda!! Un abrazo!

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  2. Madre mia...que historia..y que nervios!!! Besitos!!! Miranda y Joan!!

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